"Datos, datos, datos.
No puedo fabricar ladrillos
sin arcilla"
~ Sherlock Holmes
ace algunos miércoles el Señor Invierno y yo nos animamos a probar una de Escape Room. Para aquellos de ustedes que no sepan de qué trata este juego, la escape room consiste en que se nos encierra en una habitación misteriosa, con un montón de enigmas y pistas, y disponemos de 60 minutos para resolver todos los puzzles y lograr escapar de la habitación.
La experiencia que probamos es la que organiza la empresa The X-Door, que en Madrid se encuentra en la calle Gran Vía, número 16, al lado de la tienda Ale-Hop y por si tienen más interés en ella, en este enlace les llevo a su página web.
Lo que tuvimos que hacer fue reservar la sesión, porque tienen unos horarios muy limitados, pero tampoco tuvimos muchos problemas ya que la reserva la hicimos ese mismo miércoles. Teníamos la sesión a las 17:45 y cuando llegamos allí nos recibió una mujer muy maja que nos explicó las normas del asunto. Íbamos a estar encerrados en una habitación, donde había determinados objetos que estaban marcados con una cinta para saber que allí no había nada y no había que tocarlos; tendríamos una hora para lograr escapar de la sala (no sé qué pasaría si no llegáramos a lograrlo, quizá empezaría a inundarse la habitación o a llenarse de arena XD); y estaríamos todo el tiempo vigilados por si nos atascábamos en algún puzzle para que nos pudieran mandar las pistas a través de un televisor que hay en la habitación o de un teléfono, si el bloqueo es mayor.
La verdad es que lo primero que pensé en cuanto nos encerraron en la habitación es que iba a estar al menos 10 de esos 60 minutos mirando la habitación con los ojos iluminados. Estaba decorada de tal forma que lo primero en lo que pensé fue en Sherlock Holmes, parecía el despacho de algún investigador o detective del siglo XIX y como estas cosas me gustan y me pierden bastante estaba realmente emocionada. No les voy a contar nada sobre la habitación y sobre en qué consistía cada enigma, pero baste decir que había muchos códigos y muchas llaves.
Aquellos de ustedes que me llevan leyendo desde hace más tiempo saben de mi pasión por los juegos de buscar objetos ocultos, así que aquí me sentía como si un juego de estos hubiera salido del mundo virtual al mundo real. Lo estuve disfrutando como una niña pequeña, como si estuviera en la novela de El código Da Vinci, que para mí uno de sus encantos (si no el mayor) es precisamente todo lo de los enigmas, ir de un puzzle a otro, de una pista a otra. Pues bien en una escape room somos nosotros los protagonistas, los que tenemos que jugar con nuestro ingenio para lograr escapar de la habitación antes de que se acabe el tiempo.
Si tuviera que señalar un aspecto negativo, que tampoco es negativo sino que depende de la reacción de cada persona, es que dejaban muy poco tiempo para pensar. Enseguida en cuanto nos bloqueábamos un poco, ya nos estaban dejando las pistas en las pantallas. Y es como "lo agradezco, pero también quiero pensar por mí misma, aunque en vez de 2 minutos tarde 7". Pero tampoco es algo de vital importancia.
En cualquier caso, mi novio y yo quedamos encantados con la experiencia, y me encantó ver cómo lo que no descubría uno, lo descubría el otro... Somos un muy buen equipo, la verdad, y seguro que en cuanto se presente la ocasión nos volveremos a hacer una Escape Room. Lo que sí hemos estado viendo es que hay experiencias como esta que es sin historia, no hay nada que descubrir, solo hay que escapar de la habitación. Pero hay otras sesiones que sí incluyen actores y hay que resolver un misterio, y esas también me atraen bastante.
Fue una experiencia increíble de la que salimos muy emocionados y la recomiendo a todo el que le gusten estas cosas de misterios, enigmas, pistas, puzzles porque seguro que la va a disfrutar muy mucho.
Gracias por leer,
greetings from the coffin
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