Porque después de vivir
somos recuerdo.
A veces olvido.
Somos una foto que se
desgasta, un hueco en una silla
ahora vacío.
Somos el tiempo inexistente.
La sonrisa en los labios
de los vivos.
Somos palabras en una piedra,
pasiones ancladas en versos
de vinilo.
Somos deudores de vosotros,
pues si nos recordáis,
no nos habremos ido.
Palabras a las puertas del cementerio de Vysehrad, Praga |
Gracias por leer,
greetings from the coffin